Título: El Bufón
[Fool]
Autor: Christopher Moore
Idioma
original: Inglés
País: EUA
Editorial: B, S. A. para el sello Zeta Bolsillo
Primera
Edición: Septiembre 2011
Traducción: Juanjo Estrella
Número de
páginas: 343
Género: Novela, Romance, Comedia
ISBN: 9788498723991
Sinopsis:
"Pocket ha
sido el bufón del rey Lear durante años, desde la época en que las hijas de
éste -la egoísta e intrigante Goneril, la sádica y sensual Regan y la dulce y
leal Cordelia- eran apenas unas niñas.
Cuando Lear
exige que sus hijas hagan un juramento de devoción eterna ante un nutrido grupo
de invitados, sólo Cordelia se niega, por considerar que el pedido de su padre
es un poco estúpido. A causa de su sinceridad, pierde la parte del reino que le
corresponde y es enviada al exilio.
La única
persona que podrá arreglar el entuerto es Pocket, un payaso enclenque con un
mordaz sentido del humor. Ya ha logrado evitar otras catástrofes, y ahora deberá
instigar algunos asesinatos y provocar un par de guerras para que Cordelia
vuelva a gozar del beneplácito de su padre, desbaratar las intrigas de las
malvadas hermanas y, de paso, liarse con todas las jóvenes dispuestas a ello...
El autor de El
Ángel más Tonto del Mundo despliega en esta novela su habitual vena satírica
para arrancarnos una carcajada tras otra."
Algo que decir:
El Bufón es la onceava novela de Christopher Moore, publicada en España, si no voy
errada, poco después de ¡Muérdeme!, la precuela de su particular trilogía
vampírica (y para la cual tengo ya reservada una reseña en el tintero). Se
trata de una revisión del célebre Rey Lear de Shakespeare, orquestada en
clave Moore, lo que vendría a traducirse en un: "me paso por la piedra a Shakespeare,
a Lear, a sus tres hijas y por un módico precio os lo dejo ver".
En fin, pongámonos
en situación. Parte del personaje de Bolsillo, Pocket, como prefieran llamarlo,
pues en la traducción del amigo Juanjo Estrella echamos en falta quizá el que
se decida sobre ese punto ya que en un par o tres de ocasiones se le va, se le
va... eso: Bolsillo, el bufón de la corte del rey Lear, especialmente dedicado
a servir a su hija menor, Cordelia, y a pegarle un meneo a toda dama que se
preste; un personaje cabroncete y de lengua tan afilada como venenosa, que se
pasea por toda Gran Bretaña acompañando a un senil Lear con su pequeño y
pintoresco séquito moviendo sus hilos aquí y allá para girar a su favor la
tortilla en que se ha convertido la situación política del reino tras ser
repartido entre las ambiciosas hijas mayores del rey, Goneril y Regan.
Siempre me he
declarado una acérrima fan de éste autor, y no voy a decir ahora lo contrario
pero seamos sinceros: El Bufón es una lectura entretenida, divertida y
demás en la línea del autor, pero personalmente me ocurrió algo bastante
curioso, y es que me perdía en medio de tantos personajes, localidades con
nombres absurdos, e intrigas políticas salidas de la nada. Lo cierto es que
aunque conozco la historia no he leído nunca el original de El Rey Lear,
así que no estoy segura de si El Bufón no me ha gustado demasiado porque
poco o mucho bebía de ahí, o si sencillamente en éste trabajo suyo Moore
y yo no nos hemos terminado de poner de acuerdo. No importa: Chris, te quiero
igual.
No estoy del
todo satisfecha tampoco con la edición de la novela. Así como casi todos sus
anteriores títulos fueron editados en España por La Factoría de las Ideas,
en ésta ocasión se encarga de ello Ediciones B, S. A. para el sello Zeta
Bolsillo, consiguiendo un trabajo que aunque visualmente resulta
prácticamente igual a las anteriores publicaciones respetando así la estética
de la "colección", se pasa por la piedra un par de detalles estúpidos
que aportan al trabajo cierto tufillo de desgana, o de poca atención.
Por un lado lo
que ya comentaba un poco más arriba: el tema de la adaptación del original
inglés. Siempre me parece un fallo que se adapten los nombres de los personajes
al traducir una novela pero, en fin: si como en éste caso, tiene sentido la
adaptación para comprender de dónde proviene el nombre del personaje, vale.
Vale, si: pero que la traducción se haga durante todo el libro, incluida la
sinopsis, por favor. Esquer me parece un detalle feo y que se ve descuidado.
Y por otro, y
me resultó curioso: me encanta mucho que con el índice de capítulos se les haya
ido la jamba y lo hayan llamado Personajes, me parece entrañable (en
realidad no: me parece un error como muy tontaco).
A favor del
autor por el detallazo que supone, y de la editorial por no habérselo pasado
por el forro y cargárselo cito que al principio del volumen se encuentra un
glosario con el listado de personajes principales y los cargos que éstos
ostentan, supuestamente para que el lector sepa de qué le están hablando: a mí
me vino muy bien cuando, bastante seguido, dejaba de saber de quién me
estaban hablando y volvía al glosario para preguntarle WTF?
Para hacer boca (tochaco fragmento extraído de una página al azar):
“…
-Bolsillo- me
había dicho ella un día, mientras se cepillaba sus cabellos rojizos junto a una
ventana. El sol se reflejaba en ellos, y parecían poseer un brillo propio. Por
aquel entonces tal vez tuviera diecisiete años, y le había dado por llamarme a
sus aposentos varias veces por semana, para interrogarme sin piedad.
-Bolsillo,
pronto he de casarme, y las partes de los hombres me tienen desconcertada. Me
las han descrito, pero no me ha sido de ayuda.
-Preguntadle a
vuestra aya. ¿No se supone que ella debe ilustraros sobre esas cosas?
-Mi tía es
monja, y está casada con Jesús. Es virgen.
-¿En serio?
Pues se habrá equivocado de convento, entonces.
-Necesito
hablar con un hombre, pero no con un hombre de verdad. Tú eres como uno de esos
tipos que los sarracenos ponen en sus harenes para que los vigilen- manifestó
ella.
-¿Un eunuco?
-Te lo pido
porque eres un hombre de mundo, y sabes cosas. Necesito verte el pito.
-¿Cómo decís?
¿Qué? ¿Por qué?
-Porque nunca
he visto ninguno, y no quiero pecar de ingenua en mi noche de bodas, cuando el
bruto depravado me posea.
-¿Y cómo sabéis
que es un bruto depravado?
-Me lo ha dicho
mi aya. Todos los hombres lo son. Y ahora, sácate el pito, bufón.
-Pero ¿por qué
el mío? Hay pitos a montones entre los que podéis escoger. ¿Qué hay de Oswaldo?
Tal vez incluso tenga uno, y si no, apuesto a que sabe dónde conseguirlo.
(Oswaldo era su lacayo en aquella época.)
-Ya lo sé, pero
es la primera vez que veré uno, y el tuyo será pequeño y no me impresionará
tanto. Es como cuando aprendía a montar a caballo y padre me regaló primero un
poni, pero luego, al crecer...
-Está bien,
está bien. Callaos. Aquí lo tenéis.
-Vaya, se hace
mirar.
-¿Qué?
-¿Es así,
entonces?
-Sí. ¿Qué?
-En realidad,
no hay nada por lo que asustarse, ¿verdad? No sé por qué tanto revuelo. A mí me
parece bastante insignificante.
-No lo es.
-¿Y todos son
así de pequeños?
-La mayoría lo
son más, de hecho.
-¿Puedo
tocarlo?
-Si creéis que
debéis...
-Vaya, se hace
mirar.
-Es que ahora
lo habéis enojado.
...”
2 comentaris:
No pinta nada mal, buena reseña!
Besos, te sigo.
Gracias! ;) yo tb te sigo
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