Autor: Sasha Grey
Idioma original: Inglés
País: EUA
Editorial: Grijalbo
Editorial: Grijalbo
Primera Edición: Junio 2013
Traducción: Ana Alcaina
Traducción: Ana Alcaina
Número de páginas: 298 pág.
Género: Narrativa erótica, Thriller, Juvenil (?)
ISBN: 9788425350474
Género: Narrativa erótica, Thriller, Juvenil (?)
ISBN: 9788425350474
Sinopsis:
“Antes de que empieces a leer éste libro, dejemos las cosas claras. Quiero que hagas tres cosas para mí.
“Antes de que empieces a leer éste libro, dejemos las cosas claras. Quiero que hagas tres cosas para mí.
Uno
No te
ofendas por nada de lo que leas a continuación.
Dos
Olvida
tus inhibiciones.
Tres
(y muy
importante). A partir de ahora, todo lo que voy a contarte debe quedar entre tú
y yo.
Catherine,
una joven estudiantes de cine con una gran inquietud sexual, descubre la
existencia de un club selecto y misterioso, lugar de encuentro de personas
poderosas que anhelan explorar el lado más oscuro de sus fantasías sexuales.
Pero
aunque estas nuevas experiencias, que Catherine nunca había soñado en llevar a
cabo, hacen que alcance momentos de intenso placer, también amenazan con
destruir todo lo que es importante para ella.
Deja que
Sasha Grey te introduzca en una sociedad secreta donde imperan el poder y el
erotismo. Donde las fantasías más osadas se hacen realidad. En la que todo es
posible.”
Algo que decir:
Punto uno: NO SÉ por qué digo que es juvenil, pero a mí me lo parece, me da esa sensación, así que ahí lo dejo, como dato.
Pasando a temas serios. Me quise leer éste libro primeramente
Enfin, lo que decía: que básicamente quise leerme La Sociedad Juliette porque me daba mucha curiosidad que estuviera escrito por Sasha Grey. El argumento no me parecía muy pallá, no puedo decir que me esperara gran cosa de él, porque tampoco era así, pero no tenía una idea muy clara al respecto de qué esperaba exactamente, así que estaba "bien".
Uno de los puntos que de entrada me sorprendió más, es que no aparece apenas sexo "real", es decir: sí, hay, pero no taanto como yo esperaba. De hecho, casi todas las escenas erótico-festivas más destacables o más subidas de tono ocurren solamente en la imaginación de Catherine, lo cual me parece muy elocuente en realidad porque, es así, dado que socialmente existe todavía mucho tabú en lo referente a la sexualidad femenina, es muy común que las mujeres seamos mucho más activas (llamémoslo así) en nuestra imaginación que en la realidad. De hecho, está más que probado que las fantasías eróticas femeninas acostumbran a ser por lo general mucho más salvajes que las de los hombres.
Algo que también me resultó sorprendente, después de leerlo, es apreciar que en general al público masculino le ha gustado más ésta novela que al público femenino, cosa que no entiendo porque me pareció bastante revelador en lo que a la sexualidad femenina se refiere. La historia como tal no me parece muy realista, tampoco creo que buscara serlo, pero la forma de tratar el personaje de Catherine, la dualidad entre lo que realmente hace y lo que le gustaría hacer con su vida sexual, me pareció bastante creíble. Creo, en definitiva, que es un libro que puede tener mucho más significado para una mujer que para un hombre.
Si hubo algo que no me gustó es el final, aunque no puedo decir que no me lo esperara. Me cuentan por ahí que habrá una segunda parte, pero no he encontrado información seria al respecto (tampoco he buscado mucho: ok), así que ya se verá la cosa? En realidad estaría bien, porque deja la trama así bastante abierta pero, ¿qué iba a hacer sinó? en realidad y aunque no me gusta admitirlo tampoco es que pudiera terminarlo de forma muy distinta a la que hizo.
De todos modos, yo hice una interpretación un poco libre de la historia en general que, aún a pesar de todo, no creo que sea del todo errónea. No sigáis leyendo porque a partir de aquí suelto espóilers bonitos: para mí Anna no existía; nunca se la llegó a presentar a Jack, nunca asistió a clase, y es por eso que Marcus no tenía idea de qué le estaba hablando Catherine, no es que se hiciera el loco porque quedaba muy feo reconocer según qué cosas. Es más, para mí, el tipo de la máscara de arlequín ni siquiera es Bob, y se trata simplemente se las fantasías desenfrenadas de Catherine, que se empeña en poner el rostro conocido de alguien poderoso y tentadoramente fuera de su alcance en un personaje que para ella tiene un significado especial. El hombre de la máscara de arlequín escapa directamente de sus sueños para materializarse en su hipotética realidad, no da eso mucho que pensar?
Para mi, y aunque supongo que estoy queriendo leer más allá de lo que en realidad es, el caso de Catherine y sus alocadas incursiones en perversas sociedades secretas regresa sobre el punto que comentaba más arriba, de que la mayoría de perversiones sexuales femeninas tienen lugar solamente en nuestra imaginación. Me hace pensar más seriamente sobre ello el hecho que se dé tantas vueltas a lo largo de la novela a la historia de La Belle de Jour y el caso de Séverine; creo que a partir de cierto punto de la historia se establece un fuerte paralelismo entre las dos jóvenes, y que la barrera que separa la realidad de la ficción se hace más difusa. Igual ocurre con El síndrome de Stendhal, fragmento que decidí incluir en la reseña porque no sé por qué me sigo empeñando en decir que los selecciono al azar, si en realidad no me parecía especialmente revelador.
Podéis seguir leyendo desde aquí, que ya no hay más espóilers.
En definitiva, que me voy por las ramas como siempre y es feo eso. Me gustó la novela y, si realmente sale una segunda, sin duda la leeré también. Me gustó la forma de escribir que tiene Sasha y cómo maneja las palabras; me gustó cómo describía el acto sexual, porque no solamente estaba bien documentado (no hay sorpresas sobre eso) sinó también bien descrito, de forma creíble y sin saltarse partes, tenía sentido, no como en 50 Sombras otras novelas muy sonadas donde te preguntabas cómo, cuándo y por qué estaba pasando aquello, y el acto en general parecía una bromilla y te quedabas como: ok. Me ha gustado, porque la he visto ahí muy puesta en temas de música y cine, cosas a agradecer, y eso refuerza mi concepto de que no por dedicarse al porno una persona tiene que carecer de cultura; incluso, creo que en ésta novela tiene un gran peso el tema psicológico, y la he encontrado en general bien documentada también en eso, de modo que otra cosa quizá no podrá decirse, pero sí que hizo los deberes antes de escribir. La historia puede o no ser la gran cosa, pero por lo menos a mí no me dejó indiferente, y si no otra cosa, pude anotarme unas cuantas películas que desdeluego veré.
Como es costumbre, ¿lo recomiendo? en este caso, sólo a aquellos quienes disfruten del género de narrativa erótica. Me parece algo básico, y es que ya de entrada si no te gusta leer éste tipo de escenas no vale la pena que te pongas con ésta novela (aunque ya digo: pensaba que habría más contenido erótico del que hay) pero, por otra parte, también diré por si a alguien le quedaban dudas: La Sociedad Juliette tiene argumento, tiene una trama y personajes más o menos afortunadamente desarrollados, de modo que no todo va a ser frungir. Si no os atrae la literatura thrillera, de misterio e intrigas, tampoco recomiendo ésta lectura.
Para hacer boca (fragmento extraído de una página al azar):
“…
Marcus
está hablando sobre cómo una película puede actuar como portal directo de
acceso al subconsciente. Cómo el arte puede removernos los pensamientos y
deseos inconscientes, a menudo de formas que parecen tan fantásticas e irreales
como el mismo arte. Cómo, en los casos extremos, nuestras reacciones ante el
arte pueden provocarnos incluso síntomas físicos. Como las adolescentes que
perdían el control de sus cuerdas vocales en presencia de los Beatles. O lo que
se decía en los años treinta de que cuando terminaba una película de Rodolfo
Valentino no quedaba ni una sola butaca en la sala que no estuviera mojada.
Está
hablando sobre el síndrome de Stendhal, un fenómeno real y documentado por el
que las personas experimentan un elevado nivel de ansiedad, se desmayan e
incluso sufren pequeños episodios de psicosis en presencia de grandes obras de
arte.
Síndrome
de Stendhal. Suena a lo que encontraría un hipocondríaco crónico que buscase
las palabras “arte” y “psicosis”. Como cuando los hipocondríacos crónicos
buscan sus síntomas y se regodean de forma intencionada en los detalles con la
esperanza de que el diagnóstico sea una enfermedad atroz e incurable…, cuanto
peor sea, mejor para calmar su ansiedad. Visto lo visto, el síndrome Stendhal
tiene que ser de lo peor.
Y aquí
fue cuando me di cuenta di que era el título de una película. Una película de
terror de Dario Argento que, una vez vista, no se olvida: El síndrome de
Stendhal. Trata de una joven policía, interpretada por la hija de Dario, Asia,
que mientras investiga una serie de brutales asesinatos caza a su presa en una
galería de arte y se queda helada ante la majestuosidad de las obras que allí
ve. El nacimiento de Venus, de Botticelli, Medusa, de Caravaggio; una obra de
belleza divina y otra de puro terror.
Y se
queda paralizada. Su campo de visión acerca la imagen como un telescopio, en
dirección al cuadro, hasta que logra ver algo más, no mirando desde fuera, sino
mirando desde dentro del cuadro hacia fuera.
Como
Alicia a través del espejo.
Me
pregunto si en ésta película está la clave de lo que estoy experimentando. Y me
doy cuenta de lo tonto que suena eso, como si la gente fuera por ahí buscando
respuestas en una película de terror. O en cualquier película, para el caso.
Como si el arte pudiera hacer algo más que suscitar más preguntas.
…”
1 comentaris:
A mí me gustó mucho, y al igual que a ti me sorprende que al público femenino no les gustara O__O... Dicen que sí, que va a haber segunda parte, pero yo me pregunto si no era mejor que empezase una nueva historia y no continuar ésto... No sé, al aire lo dejo eh? XDDD. Y estoy de acuerdo con lo de Anna, yo creo que eran partes de ella misma... No sé, que igual no, eh? Pero vaya, yo creo que es algo así.
Por cierto: Muchas gracias por linkear mi entrada <3 XDDDDDD.
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