Título: Cuando me encontré a mi Madre en un sex shop [Als ich menie Mutter im
Sexshop traf]
Autor: Robert Neuendorf
Idioma
original: Alemán
País: Tailandia
Editorial: Plataforma Testimonio
Primera
Edición: Junio de 2009
Traducción: Francisco García Lorenzana
Número de
páginas: 83
Género: Confesiones, Humor, Sociedad
ISBN: 9788415115090
Sinopsis:
"Confesar lo inconfesable, descargar la conciencia de culpas y
remordimientos, liberar el espíritu de un peso es una de las actividades más
antiguas de la humanidad. La luna, las estrellas, los árboles, las mascotas,
los amigos y los sacerdotes han sido y son testigos de estas liberaciones del
alma que nos permiten seguir adelante. Ahora, en la era de la comunicación
instantánea, en la que todos estamos conectados con ordenadores, tabletas
multimedia y teléfonos inteligentes, la red también nos proporciona espacios
donde confesar nuestras culpas. Uno de esos espacios es la página web
www.beichthaus.com, que actúa como confesionario electrónico de todos esos
cadáveres que guardamos en los armarios y debajo de la alfombra.
El libro que
tienes entre las manos es una selección de las mejores confesiones que han
aparecido en esa web desde su fundación en 2004. Por estas páginas desfilan
situaciones embarazosas, infidelidades, bromas pesadas, sorpresas mayúsculas,
fantasías eróticas, amores ilícitos y odios mal reprimidos. Una muestra de las
pasiones humanas teñidas de un humor irreverente y una cierta dosis de
gamberrismo simpático. Atrévete a explorarlas."
Algo que decir:
Robert Neuendorf es un periodista alemán afincado en Tailandia,
que en 2004 creyó descubrir la fórmula de la Coca-Cola creando la web http://www.beichthaus.com/:
un confesionario electrónico al estilo de Asco de Vida o Tenía que
Decirlo, sólo que a la alemana.
Cuando me encontré a mi Madre en un sex shop (título que nada tiene que ver con
el contenido del libro, pues no hay ninguna anécdota que trate de eso) reúne
una selección de algunas de las anécdotas más divertidas que han circulado por beichthaus
desde su inauguración.
Mi humilde opinión: me sorprende pensar que en 8 años
de confesiones supuestamente retorcidas no hayan sido capaces de hacer una
selección más buena, lo que me llevó a plantearme ante algunas de las
publicaciones escogidas "¿si éstas son las mejores, cómo serán las
peores?".
Le pasa un poco como a cualquiera de esos tomos
recopilatorios de confesiones que tanto abundan en los últimos tiempos:
Confesiones de Enfermeras, Confesiones de Taxistas, Confesiones de Polleras,
Confesiones de... Pandas, que para unas cuantas que valen la pena reúnen el triple
que son pura paja. Se trata de una lectura fácil y entretenida, para un ratito,
para echarse unas risillas (o no, porque ya digo: tampoco es muy divertido), de
esas que no duele leer pero que tampoco aportan nada en absoluto.
Para hacer boca (fragmentos extraídos de varias páginas al azar):
"…
- Hace poco
alguien encendió a mi lado un cigarrillo en la iglesia y del susto se me cayó
la cerveza.
- Me he
alargado el pene :) Por eso me ha dejado mi novia ):
- Cuando estoy
totalmente estresado en el trabajo, me reclino y cierro los ojos durante unos
momentos. Entonces tengo miedo de que cuando los vuelva a abrir tenga un
cuchillo en la mano y todos a mi alrededor estén muertos, y yo no me pueda
acordar de nada.
- Me gusta
ducharme desnudo. Sin nada encima...
..."
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