Algo que Leer: Azul casi transparente

divendres, 19 de juny del 2015

Título: Azul casi transparente [Kagirinaku tomei ni chikai buru]
Autor: Ryu Murakami
Idioma original: Japonés
País: Japón
Editorial: Anagrama
Primera Edición: 1976
Traducción: Jorge G. Berlanga
Número de páginas: 143 pág
Género: Contemporáneo
ISBN: 9788433914798

Sinopsis:
"Esta primera novela de un estudiante japonés de veinticuatro años fue galardonada con el prestigioso premio Akutagawa. En seis meses se vendieron un millón y medio de ejemplares y el libro desencadenó pasiones. La crítica japonesa habló de «sensibilidad revolucionaria», de «mirada como el zoom de una cámara», de «filtro de lucidez, a través del cual la violencia y el erotismo más crudo adquieren una extraña pureza». Aunque también se acusó a Murakami de cultivar sistemáticamente la pornografía y la brutalidad. En los Estados Unidos, la revista Newsweek la recomendó como «una mezcla de La naranja mecánica, de Burgess, y El extranjero, de Camus».
Los protagonistas de esta novela, chicos y chicas en su mayoría jovencísimos, viven cerca de una base norteamericana, consumiendo toda clase de drogas, yendo a conciertos de rock, organizando orgías para los soldados yanquis, todo ello sin aparente pasión ni placer. Con emblemática pasividad, se deslizan hacia la autodestrucción, como resultado no sólo de su situación presente, sino de su futuro bloqueado. El tratamiento del autor, frío y antisentimental, destila sin embargo un sentimiento de algo puro y no mancillado. Su técnica, con su ausencia de tabúes, de condenaciones morales y de detalles superfluos, se aproxima alcinéma-vérité, con unos toques de surrealismo."

Algo que decir:
Azul casi transparente fue la primera novela de Murakami Ryu, en 1976, la cual presentó al concurso literario de la revista Guzo haciéndose con el primer premio, asó como con el prestigioso premio Akutagawa el mismo año. Murakami dirigió también él mismo la adaptación cinematográfica de su novela en 1979.

Azul casi transparente es una novela sin filtro, en el sentido más literal, pero vista a través de la sensible mirada del joven Ryu (el cual probablemente sería el mismo Murakami) adquiere prácticamente un tono poético que se entrelaza sin esfuerzo con las escenas de orgías más desenfrenadas, persecuciones o peleas callejeras. Ryu y sus amigos viven en una ciudad donde se encuentra una base aérea estadounidense, como el mismo Murakami hiciera en su día en su Sasebo natal; y viven inmersos en un torbellino de sexo, drogas y decadencia.

Como dato curioso: debido a la coincidencia de apellidos con Murakami Haruki, durante los ochenta era frecuente que se hablara de los "dos Murakamis", aunque en realidad no son parientes ni comparten demasiado en términos literarios.

Para hacer boca (fragmento extraído de una página al azar):
"…
¿Qué es lo que estaba contando Lilly?
Mi visión no era normal. Lo veía todo extrañamente brumoso. Era como si el resto de leche pegado a la botella que había en la mesa, junto a Lilly, se extendiera por toda la casa. Parecía incluso pegarse a Lilly mientras se inclinaba. Como eflorescencias que nacieran no el la superficie, sino en carne viva, después de haber despojado de su piel a Llilly.
Me acordé de un amigo que había muerto por culpa del hígado, y e lo que siempre decía: «Sí, decía, quizás sea sólo una idea mía, pero creo que realmente duele siempre, sabes, las veces que no duele es porque te olvidas, simplemente te olvidas de que duele, sabes, y no es que me ocurra sólo a mí porque esté podrido, todo el mundo siente dolor. Así que cuando realmente me empieza a atacar, de alguna forma me siento calmado, porque soy yo otra vez. Es difícil de aceptar, claro, pero en cierta forma me siento calmado. Porque siempre he sentido el dolor desde que nací»...
-Luego el tío se va al desierto, al amanecer, volando con su coche se mete en el desierto de Nevada.
Lilly echó cucharadas de polvo negro, de un bote marrón, en la esfera de cristal donde el agua está hirviendo. El aroma llegó flotando hacia mí. La noche en que Jackson y Ludiana me violaron, había tenido la impresión de ser realmente como una muñeca amarilla. ¿Cómo había sucedido?
Ahora, inclinada, con su pelo rojizo cayéndole por la espalda, era Lilly quier parecía una muñeca, Una vieja muñeca mecánica, con olor a moho, una de esas muñecas que repiten eternamente las mismas palabras cuando tiras de un bramante, y cuyos ojos se iluminan cuando habla, gracias a las pequeñas pilas plateadas que se descubren al desatornillar una plaquita sobre su pecho. Una muñeca cuyos mechones de pelo rojizo han sido implantados uno por uno. Una muñeca a la que si echas leche por su boca, el fluido pegajoso saldrá por un agujero de su culo. Incluso si la golpeas contra el suelo, mientras no se rompa la cinta grabada, la muñeca seguirá hablando. Ryu, buenos días, yo soy Lilly. Ryu, ¿cómo estás? Yo soy Lilly, buenos días. Ryu ¿cómo estás? Yo soy Lilly, buenos días...
-Y el tío, en el desierto de Nevada, ve dónde tienen guardadas las bombas «H », sabes, bombas H tan grandes como edificios, alineadas en una base al amanecer.
..."

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