Crónica: 32 Salón Internacional del Cómic de Barcelona

dimarts, 20 de maig del 2014

EL SALÓN DEL CÓMIC CONSOLIDA LA CIFRA DE 106.000 VISITANTES EN SU EDICIÓN MÁS GUERRERA

El 32 Salón Internacional del Cómic de Barcelona, organizado por FICOMIC, cerró esta tarde sus puertas habiendo recibido 106.000 visitantes. La cifra final consolida el impacto del certamen. “Una cifra de visitantes muy importante cuando se tuvo que competir con el fútbol la tarde del sábado”, ha señalado Carles Santamaria, director del Salón del Cómic y deFICOMIC. Santamaria ha asegurado que, desde la organización, “estamos satisfechos por la gran participación de público en las actividades en una edición que ha batido récord de espacio”.

“La macro exposición Cómics en guerra, con 554 ilustraciones originales que incluía escenografías de recreación histórica, ha tenido una gran repercusión. Seguiremos trabajando en una programación variada que satisfaga tanto a los aficionados como al público en general”, ha señalado el director del Salón.

Coincidiendo con el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial, el Salón del Cómic dedicó su edición de este año a las viñetas bélicas con una macro exposición titulada Cómics en guerra en la que podía contemplarse un número de originales de récord: más de 550 ilustraciones la conformaban, entre ellas, algunas realizadas por prisioneros de campos de concentración. En esta muestra, que ocupaba el pabellón 1 de Fira Montjuïc, se recreaba el ambiente de época gracias a diversas asociaciones de recreación histórica provenientes de toda Cataluña, así como vehículos de combate e incluso un tanque. Durante los cuatro días del certamen, además, se organizaron diversas mesas redondas y talleres sobre el tema, en las que participaron autores de la talla de Joe Sacco, Brain Azzarello, Ramon K. Pérez o Paco Roca.

Además de rendir tributo a la viñeta bélica, esta edición del Salón del Cómic celebró los aniversarios de Batman, Lobezno y Popeye, con exposiciones centradas en estos personajes. El humor gráfico estuvo una vez más presente a través de la exposición Por el derecho a sonreír, y el cómic inspirado en el día a día de sus autores también con la muestra Viñetas autobiográficas, en la que participaron desde Moderna de Pueblo hasta Miguel Fuster. El apartado expositivo lo cerraron las muestras dedicadas a los ganadores de la pasada edición del Salón: Purita CamposMiguelanxo PradoOriol Hernández y el fanzine Adobo.

Entre los invitados extranjeros destacó la presencia de Pia Guerra, Mike Carey, Manuele Fior, Paul Jenkins, R.M. Guéra, Audrey Spiry, Matt Peters, Bill Presing, Brian Azzarello y Eduardo Risso. Todos ellos participaron en numerosos talleres, mesas redondas y encuentros y estamparon dedicatorias a todos sus fans.

El inimitable historietista e ilustrador Miguel Gallardo, creador de Makoki y de cómics autobiográficos de la talla de María y yo, fue distinguido con el Gran Premio del Salón, mientras que el último cómic de Paco Roca, Los surcos del azar, se llevó el galardón a Mejor Obra de autor español, y El Libro de los insectos humanos, de Osamu Tezuka, al de Mejor Obra de autor extranjero. El de Autor Revelación, galardón patrocinado por la Fundación Divina Pastora, fue para Clara Soriano responsable de Colmado Sánchez, y el de Mejor Fanzinecorrespondió a Arròs Negre, mientras que el Premio del P&u acute;blico fue para Papel estrujado, de Nadar.

El 32 Salón Internacional del Cómic de Barcelona ha contado con el apoyo del Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya, del Ayuntamiento de Barcelona, del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes y la Diputación de Barcelona. El certamen además colabora con el Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya en el desarrollo de las actividades de carácter pedagógico del certamen, que una vez más estuvieron presentes, así como las entrevistas entre importantes editores y profesionales. Los medios oficiales del Salón han sido El Periódico de Catalunya, Máxima FM, Sàpiens i 8TV. Además ha contado con la colaboración de Carnet Jove, Fundación Divina Pastora y Sitges Festival Internacional de Cine de Catalunya y de la Universidad de Barcelona.













Lo mejor: bueno, para mi los Salones, ya sean del Manga o del Cómic, son una buena oportunidad de ir y pasar un buen rato, de ver a gente a quien hace tiempo que no veía, de dar una vuelta en un ambiente desenfadado y, si se da el caso, aprobechar y hacer algunas compras. En ésta ocasión lo mejor de todo es que conseguí (casi) terminar la colección de Full Metal Alchemist con la edición antigua, que lo iba dejando pasar y por fin me convencí que no podía esperar más... eso es lo mejor que he sacado de éste año, sí, ¿os parece poco? a falta del tomo 20 estoy ahora, que no lo tenían!
Las exposiciones me gustaron bastante, creo que había mucha cosa por ver, aunque quizá eché en falta un poco más de chicha en referencia a la segunda Guerra Mundial, que me pareció que estaba poco representada... pero en general bien, me gustó. Acerca del resto de expos, me quedo con la de Popeye, la de Purita Campos y las de Lobezno y Batman, las que más me gustaron! La del Corredor del Laberinto era muy impactante, tenía realmente muy buena pinta, pero no conseguí llegar a entrar en la jaula/ascensor porque la cola era ETERNA y no se movía apenas así que me quedará siempre la duda de cuál era la gracia de todo el tema...

Lo peor: no sé si eso es bueno o malo, pero me pareció ver el recinto muy vacío este año (?). Puede que fuera un efecto óptico, porque el espacio era más grande que en ediciones anteriores y la gente estaba como más repartida, pero supongo que entre eso y que realmente eché en falta algunos stands que habitualmente sí solían presentarse a esta convención, tube cierta sensación de que "faltaba algo en ese sentido". Pero lo que de verdad, enserio, fue lo peor es que no vendían nikumans en ningún sitio! D: No los vendían el año pasado? Debe ser que venía ilusionada después de lo agusto que me los comí por el Salón del Manga, pero me quedé con un antojo muy grande

En conclusión: no ha sido quizás mi Salón del Cómic favorito, pero en términos generales ha estado bien. Creo que todavía se podría sacar algo más de partido al nuevo recinto, pues la zona reservada a las exposiciones sobre el tema bélico estaba poco transitada, pero de todos modos la distribución me pareció mejor que en el del Manga, donde esa parte del salón estaba realmente vacía.

Éste año dejé un poco más de lado la cuestión de las fotos y me centré en el formato vídeo:
 Echadle un ojo al vídeo del Salón en mi canal Picnic Overdose!


FICOMIC ya está trabajando en el XX Salón del Manga de Barcelona que se celebrará del jueves 30 de octubre al domingo 2 de noviembre de 2014 en Fira Barcelona Montjuïc.

Algo que Leer: Los Hijos de la Tierra V - Los Refugios de Piedra

dissabte, 17 de maig del 2014




Título: Los Hijos de la Tierra V - Los Refugios de Piedra [Earth's Children V: The Shelters of Stone]
Autor: Jean M. Auel
Idioma original: Inglés
País: EUA
Editorial: Licencia editorial para Círculo de Lectores por cortesía Maeva Ediciones, S.A.
Primera Edición: 2002
Traducción: Carlos Milla Soler
Número de páginas: 849 pág
Género: Narrativa, Histórica
ISBN: 9788422697299

Sinopsis:
"Esa era la gente con la que Jondalar había crecido: su familia, sus parientes, sus amigos. Ella [Ayla], en cambio, era una desconocida, una desconocida inquietante que llegaba acompañada de animales y conocía a saber qué amenazadoras costumbres foráneas e ideas intolerables. ¿La aceptarían? ¿Y si no era así?"

Algo que decir:
Quinta entrega de la célebre saga de ambientación prehistórica Los Hijos de la Tierra, de Jean M. Auel. Me los leo de poco a poco porque se han ido volviendo cada vez un poco más pesados de digerir...

Al final del cuarto volumen, la joven pareja alcanzaba tras un largo viaje a través del glaciar la tierra de los Zelandonii, el pueblo de Jondalar.
El regreso de Jondalar cuando ya nadie parecía albergar esperanzas de volver a verlo tras varios años sin saber de él, y acompañado de una exótica joven nada menos, genera un gran revuelo en la caverna, y Ayla no tardará en comprender que integrarse en la enorme comunidad de los Zelandoni será un desafío completamente distinto a su estancia entre los Mamutoi... la tribu es de lejos la más numerosa que ha habitado hasta la fecha y, aunque el recibimiento general es bueno, no solo conseguirá forjar algunas amistades, sino también ganarse un par de enemigos.

Los Refugios de Piedra es un relato muy extenso, pero en proporción hasta el momento es el libro de la colección que se refiere a un período más corto de tiempo; con todo el ritmo de la narración vuelve a ser bastante lento, como en Los Cazadores de Mamuts: supongo que no volveremos jamás al ritmo de la primera entrega, que fue el libro más prolífico de la saga. En ésta entrega se le daba mucha más importancia al hecho de relatar cómo evolucionaban las relaciones de Ayla con el resto de integrantes de la caverna y en qué modo sus particulares circunstancias conseguían distintas reacciones a medida que se iban haciendo públicas. Ayla destaca nuevamente como la solucionadora de problemas ajenos por antonomasia, una especie de superwoman prehistórica que igual sirve para curar a un pobre desgraciado que ha sido arrollado por un rinoceronte como para solucionar un asunto de custodia sobre un bebé o para apalabrarle un empleo a un tullido; las cosas más dispares, no importa, ella puede con todas. Ese es parte del encanto del personaje, pero también es su principal punto flojo... y es que un personaje que absolutamente siempre lo hace todo a derechas a menudo obtiene la reacción adversa: y es que cae mal. Es algo que me da hasta pena, porque me gustaba mucho el personaje de Ayla al principio de la saga, pero a medida que la cosa sigue y sigue avanzando, en lugar de quererla más le cojo como manía.

Personalmente, estoy empezando a llegar a un punto bastante crucial en la lectura de ésta saga, y es ese punto en que la historia ya no te apasiona, y los personajes tampoco lo hacen, así que sigues leyéndola porque es de lo más feo dejar la colección a medias. Dicho esto: si fuera ahora, me habría quedado al terminar el primer libro y ya, que es el que realmente me gustó y aunque el final queda muy abierto está bien, porque el mensaje es básicamente optimista y la trama principal queda resuelta. Así que no, no recomiendo más Los Hijos de la Tierra como colección, basta ya; pero sigo recomendando El Clan del Oso Cavernario como libro único y auto conclusivo.


Para hacer boca (fragmento extraído de una página al azar):
"…
Escondió la cabeza en el hombro de Jondalar. Él la estrechó contra su pecho para darle consuelo. «Es difícil ser honrada por Doni -pensó-. Una bendición, pero...» Intentó imaginar qué debía sentirse llevando dentro una nueva vida, pero fue incapaz. Los hombres no tenían hijos. ¿Por qué si Doni había creado también a los hombres? Si no hubiera hombres, las mujeres podrían igualmente cuidar de sí mismas. No todas las mujeres estaban encinta al mismo tiempo, así que unas podían cazar y otras podían ayudar a las que estaban en avanzado estado de gestación o con niños muy pequeños. Las mujeres siempre se ayudaban entre ellas cuando daban a luz. Probablemente podían sobrevivir incluso sin cazar, ya que podían recolectar frutos, una tarea más sencilla para una mujer con hijos de corta edad.
Jondalar se había planteado antes esas dudas, y se preguntaba si otros hombres habían pensado también en ello. Desde luego, nunca lo había hablado con nadie. Doni debía de tener algún motivo para crear dos clases de personas: hombres y mujeres. Siempre parecía haber alguna clase de lógica en lo que Ella hacía. El mundo tenía un orden. El sol salía todos los días; la luna cumplía sus fases con toda regularidad; las estaciones se sucedían igual un año tras otro.
¿Acaso tenía razón Ayla? ¿Era necesario el hombre para que se iniciase una vida en una mujer? ¿Era ése el motivo por el que existían hombres y mujeres? Jondalar pugnaba con estas ideas mientras tenía a Ayla entre los brazos. Quería que hubiera una razón para su existencia, una verdadera razón. No sólo el disfrute de los Placeres, no sólo la función de mantener, ayudar, apoyar. Quería que su vida fuera necesaria, que el sexo masculino fuera necesario. Deseaba creer que no era posible una nueva vida sin la intervención de los hombres, que sin ellos no habría más niños, y los Hijos de la Tierra dejarían de existir.
..."